domingo, 10 de julio de 2016

La estepa para el que la trabaja.

Salí como pude de la casa del policía  y me incorporé a la "carretera" que se dirige a Rusia, a la ciudad de Astracán, que está a varios cientos de kilómetros. Había pasado lo peor, o eso era lo que yo pensaba. Mi plan era llegar hasta la frontera, o al menos lo mas cerca posible de ella.. Era un plan ambicioso teniendo en cuenta que eran las 3 de la tarde, el calor sofocante y yo no había comido, ni tenia agua ni sabia a cuanto estaría el próximo pueblo, si es que lo había, pero quería irme de allí cuanto antes.
La moto era un monstruo, no estaba habituado a ella por eso conducía con mucha inseguridad y lentitud.


Veo una manada de camellos salvajes pastando en unos campos y decido parar para fotografiarlos. Cuando pongo la “pata de cabra” de la moto noto que por la pendiente de la cuneta, la moto no solo no se estabiliza, si no que cae hacia la derecha. La aguanto, intento quitar la “pata de cabra” y enderezar la moto, pero para hacer eso tengo que inclinarla mas y.... se va a caer. Intento sujetarla, pero las fuerzas se me acaban. Sopeso en segundos todas posibilidades y tomo la única decisión posible. Pego un salto y me tiro rodando hacia las fincas donde pastan los camellos intentando alejarme cuanto antes de la moto para evitar que me caiga encima y me rompa algo....Lo hago mientras la moto cae y queda tirada en la cuneta. Me levanto y la observo y ni hago el intento de levantarla, se que no podría yo solo. La moto quedó tirada en el suelo, en una postura ridícula, enseñando partes intimas de su maquinaria, que solo su mecánico de confianza o los muy íntimos habrían visto alguna vez. Cuando pasó el primer coche, le hago gestos para que pare. Me ayudan a levantarla y siguen su camino.
Este suceso provoca que aun me sienta mas inseguro , ademas, en el cuadro de la moto, donde antes se encendía una luz naranja, ahora pasa a color rojo parpadeante en señal inequívoca de que tengo que apagar el moto inmediatamente. ¿Que hago? Decido ignorar el aviso y continuar ruta.
Pasar de 40 kmt/h es un éxito.La cantidad y la calidad de los baches de la carretera, no solo no disminuyen, si no que cada vez son mas y mas, para colmo, empieza a llover. Primero, unas gotas gordas aisladas, después ya lluvia intensa. Ahora, ademas de baches, barro. Por fin, algo parecido a un pueblo y una gasolinera.  Entro en ella, me dirijo a un lateral para aparcar, freno y......allá que se va la moto al suelo otra vez. Maldigo la moto, la carretera, el pais y a todos mis difuntos.. La moto vuelve a quedar en una postura estúpida, como una vaca muerta con las ubres a la vista Mientras los paisanos me ayudan a levantarla, pongo cara de ser de Bilbao y de no solo nacemos donde queremos, si no que aparcamos como nos da la gana, pero íntimamente me planteo que “nunca mais” me puede volver a pasar eso si quiero volver a casa entero y con las piernas en buen estado.
Cuando el propietario de la moto (que es medico) salió, llevó un botiquín con diversa medicación e incluso algún material quirúrgico y jeringuillas para una emergencia. Decidimos que para evitar preguntas innecesarias en las aduanas era mejor deshacerse de todo eso antes de cruzar cualquier frontera, asi que aprovecho esa parada en la gasolinera para juntar todas las pastillas y demás equipo medico para tirarlo. Como no veo una papelera cerca lo vuelvo a poner en la moto sujeto a las mochilas hasta que aparezca un sitio para deshacerme de todo.
Reinicio la ruta.

La carretera cada vez es peor, un suplicio. Docenas, cientos, miles..¡¡millones de baches¡¡. Esquivar uno, para comerse dos.
Hay tres tipos de baches, los pequeños, parecen hechos por bombas de racimo. Muchos y molestos. Los medianos son los peores, pueden tener un diámetro de  50 cmts o mas, y lo malo es la profundidad. El peligro no es comérselos, es que te coman ellos a ti. Hay la posibilidad de entrar en ellos y no salir. Y después están los súper grandes, algunos ocupan todo el ancho de la carretera. Lo mejor en entrar despacio en ellos, bajar hasta la sima, meter primera y salir dando gas con una inclinación aveces de 45º, prestando atención a que al salir de ese no haya otro igual.
Hay coches que prefieren ir por las fincas de tierra al lado de la carretera antes que por el "asfalto·, hay camiones averiados, hay coches que vienen de frente por tu carril para esquivar baches, yo hago lo mismo. Se pasa por donde se puede.
Fueron 100 o 150 kmts así. Segregué casi todos los fluidos posibles, lagrimas, orina, sudor.....mientras blasfemaba y rezaba al mismo tiempo. Quería salir de allí cuanto antes, pero la carretera no acababa nunca. Ademas, no podía parar, no había ningún sitio posible y la lluvia era cada vez mas intensa.
Cuando de repente........como por arte de magia, la carretera se transforma en algo parecido a una autopista, bien asfaltada, vallada a los lados...¿que pasa aquí?. Pues que llegué a la frontera rusa y , mis queridos niños, alli me veo rodeado de soldados armados hasta los diente, en una carretera con alambre de espinos a los lados, sin posibilidad de dar la vuelta y una bolsa color naranja llena de pastillitas de colores, calmante, jeringuillas y quizá opiaceos. La cagaste burt lancaster.........

No hay comentarios:

Publicar un comentario